Hacía muchos años que no volvía al Orhipean. Sigue siendo una fiesta magnífica. El pueblo de Otsagabia continúa volcado en mostrar su esencia y en recibir con la mejor de sus sonrisas a los visitantes. Sigue mostrando la belleza y singularidad de sus casas y calles.
MIles de cámaras, más cámaras que personajes. Mi pequeña cámara compacta entre ellas. Muchas más cámaras que la última vez que estuve. A pesar de ello, los habitantes de Otsagabia no pierden la naturalidad. Las ambientaciones y el vestuario son auténticos. El guión de cada "estación" tiene siempre su rasgo de humor. El resultado es que las imágenes resultantes siguen teniendo autenticidad. Sigue siendo una entrañable vuelta al pasado rural del pirineo.
Os dejo una imagen y un enlace al álbum en el que encontraréis el resto de fotos.
Están tomadas con la Fuji x 100 F en modo "BN acros"
el enlace al álbum: https://goo.gl/photos/zWgoeZkFVPhFZ9LT9