El paisaje de Larra tiene una estética poco convencional. Escapa del modelo de escenario frondoso de los bosques húmedos que resultan tan habituales en fotografía de naturaleza. La dureza de su aspecto obliga, por encima de lo habitual, a apoyarse en composiciones acertadas. Extensiones áridas salpicadas de desordenados ejemplares de pino negro y arbustos. Roca gris intercalada con zonas herbosas. Seguiré investigando sobre este paisaje tan exigente. espero que no os aburra. Tanta Larra, tanta larra. Más Larra!