Cuando hace siete años tenía que "bautizar" a aquel, mi primer blog, daba vueltas a la idea de que en el nombre quedase incluida la sensación que me producía hacer fotografías y lo que estas y las de otros fotógrafos me evocaban.

En el proceso de factura de la fotografía hay algo mágico. La luz, filtrada y proyectada sobre un soporte, mediante la reacción química o, ahora más frecuentemente, física, se transforma y revela escenas que congelan el tiempo y el espacio. La magia no termina ahí porque, en función de la imagen creada, en la mente del observador surgen mundos y fluyen conexiones que emocionan o invitan a la reflexión.

En el cuento de "Aladino y la lámpara maravillosa" , incluído en la recopilación medieval de Las Mil y Una Noches, el protagonista frota la lámpara, aparece el mago y entonces todo es posible. Me recordó de algún modo a la experiencia de maniobrar sobre la cámara fotográfica a la espera de que la magia surja de ella. Y ahí nació el nombre. "frotolafoto".

Siete años después, en el inicio de este blog, mi hermano Andrés, artista de los pies a la cabeza, interiorista para más señas, me ha regalado el logo que veis en la web. La lámpara, de la que sale un carrete que forma el título. Este tío sí que es un genio.